miércoles, 11 de mayo de 2016


[Sobre el Áuragos de Andrómeda]


<< Es infierno del Emperatrón, mi múltiple yo y todos muertos, la memoria.

Juega sucio como de víscera y conoce dónde llora el cuerpo y donde quema el lloro.

Pero me mantiene vivo. Porque no soy perfecto y duelo y me quiebra la voz.

El Áuragos es una protoutopía, y a menos de pocos ciclos que le queden llegará a ser una completa.

¿Quiero yo eso, acaso? ¿Quiero un mundo idílico, de algún modo?

La paz que hay es la que hemos puesto. La voz que hay es la que dejamos hablar.

Los vivos que no quiebran son los que aún no hemos matado.

¿Es esto utópico?

Para nosotros, los del Jerarcos más alto, los de la Asamblea del Hegemonión, gozamos de ser civilización.

¿A costa de cuántos otros? ¿De qué medios? ¿A qué precio?

He cometido barbaridades atroces y abominables monstruosidades.

Y no me arrepiento.

¿Este es el tipo de entidad que reina seis mil millones de mundos?

Esto ha de acabar.

Acabo con el Áuragos de Andrómeda.

Por el Áuragos.

/Aurasis Oma Ultra/

Y fundaré Bastión. Para siempre.

Por lo que encontré en su día. Por quien me encontró.

Por lo que somos ambos. Por lo que nunca hemos dejado de ser.

No olvido aquel momento. Aquel lugar. Aquel instante. Hace tanto y tan lejos.

La memoria juega sucio.

Porque revela la miseria de la qué 'estamos' hechos >>.