[Sobre
los recuerdos de Vía]
"Mos.
Sin duda alguna era una celebridad. De pequeño había sido seleccionado como
modelo por sus ojos quimera, uno gris pálido y otro verde selva. Sus rasgos ya
llevaban impreso un talante varonil y unas formas firmes y definidas.
Vegano
de familia tras el periodo de lactancia, nunca estuvo falto de nada y, aunque
podría haber lucido algo más delgado que la media de los niños de su edad en
aquel entonces, fue de los pocos que no padeció algún infarto temprano. Ni
diabetes ni obesidad. Tampoco problemas de acidez, digestivos, de insomnio,
principios de artrosis, inflamación crónica ni jaquecas.
Constituyó
pronto un referente del movimiento vegano en cuanto a salud y físico y sin
discusión proporcionó nueva inercia al movimiento durante la década de 2143,
momento para el cuál prácticamente el sesenta por ciento de la población
humana, terrestre y colonial, era vegana.
Sin
embargo, todo se torció de un día para otro. Como buen periodista, trato de
conocer su historia. La historia antes de su macabro asesinato.
Al
parecer, sucumbió ante algo feroz y antiguo. Había sangre no humana en su
apartamento. Pero terriblemente terrícola: la filogenética concretaba que se
trataba de un ser que evolucionó en la Tierra y que estaba ciegamente
emparentado con los grandes saurios extintos. El estudio forense de su
chip-córtex reveló la aparición de una entidad de gran volumen, ojos rasgados y
mandíbulas prominentes.
El
video no ha sido aún presentado a los medios públicos y aunque todos tienen por
claro que se trataba de un réptaro, nadie figura quién debió ser. No se avistan
réptaros desde la Noche de los Trece Años y sin duda se trata de un caso
aislado.
Mi
teoría encabeza al mismísimo monstruo de todos los libros.
Mos
era querido por todxs. Siempre ayudó a sus similares. Y a lxs que no lo eran
tanto.
Es
hora de que la Tierra y sus colonias conozcan la verdad."
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